El proceder de un Bergoglio cuya astucia Dios quiera le ayude para salvar su alma de las llamas del infierno.
Entre gallos y medianoche, sin guardar el debido proceso, ni la caridad cristiana, ni aún las más mínimas normas de educación, Bergoglio depuso a Mons. Rogelio Livieres Plano, Obispo de Ciudad del Este. El pronóstico que habíamos hecho hace ya muchos meses, se ha cumplido con una sentencia dictada antes de que los visitadores apostólicos cayeran sobre el Paraguay.
Cuando leímos esta mañana los decretos correspondientes y, sobre todo, la carta de la Nunciatura Paraguaya por la que se daba a conocer la medida, nos quedó clara la maniobra: mientras se llamaba a Roma y se entretenía allí al pastor, el nuncio era instruido para que se dirigiera de inmediato a Ciudad del Este, en compañía del nuevo Administrador Apostólico sede vacante, a fin de tomar el poder, ¡antes de que la noticia se le comunicara al despedido!
Maniobra golpista que deja ver el temor a una sublevación popular si acaso Mons. Livieres estuviera presente.
Esa nuestra impresión ha sido confirmada por el mismo obispo en la carta que publicamos abajo, y que será una página de antología en la historia de la Iglesia, si es que después de Bergoglio le quedara mucha historia; y a la que remitimos a nuestros lectores pues explica lo ocurrido acabadamente.
Y así fue. Esta mañana, rodeados por un fuerte operativo policial, los enviados de Francisco llegaron a Ciudad del Este y tomaron la curia Arzobispal que quedó custodiada por efectivos armados. Según nos informan, la madre del Obispo de 89 años que vive allí y que fue tratada con cierta grosería, tuvo que empaquetar las cosas del obispo y las suyas propias. Se cambiaron las cerraduras. El Golpe quedó consumado; mientras el obispo no puede volar desde Roma hasta el próximo Lunes.
Bergoglio es buen estratega; esperemos que esa habilidad le sirva para salvar su alma.
Mons. Livieres ha sido depuesto ante todo porque es un tradicionalista sin pelos en la lengua; y porque ha demostrado que se puede construir un seminario lleno de vocaciones siguiendo la tradición de la Iglesia; lo cual no puede menos que contrastar con el desierto Seminario de Devoto, asentado en una de las ciudades más grandes del mundo y con la mayor matrícula católica del país, y testigo de la esterilidad modernista.
Cuando leímos esta mañana los decretos correspondientes y, sobre todo, la carta de la Nunciatura Paraguaya por la que se daba a conocer la medida, nos quedó clara la maniobra: mientras se llamaba a Roma y se entretenía allí al pastor, el nuncio era instruido para que se dirigiera de inmediato a Ciudad del Este, en compañía del nuevo Administrador Apostólico sede vacante, a fin de tomar el poder, ¡antes de que la noticia se le comunicara al despedido!
Maniobra golpista que deja ver el temor a una sublevación popular si acaso Mons. Livieres estuviera presente.
Esa nuestra impresión ha sido confirmada por el mismo obispo en la carta que publicamos abajo, y que será una página de antología en la historia de la Iglesia, si es que después de Bergoglio le quedara mucha historia; y a la que remitimos a nuestros lectores pues explica lo ocurrido acabadamente.
Y así fue. Esta mañana, rodeados por un fuerte operativo policial, los enviados de Francisco llegaron a Ciudad del Este y tomaron la curia Arzobispal que quedó custodiada por efectivos armados. Según nos informan, la madre del Obispo de 89 años que vive allí y que fue tratada con cierta grosería, tuvo que empaquetar las cosas del obispo y las suyas propias. Se cambiaron las cerraduras. El Golpe quedó consumado; mientras el obispo no puede volar desde Roma hasta el próximo Lunes.
Bergoglio es buen estratega; esperemos que esa habilidad le sirva para salvar su alma.
Mons. Livieres ha sido depuesto ante todo porque es un tradicionalista sin pelos en la lengua; y porque ha demostrado que se puede construir un seminario lleno de vocaciones siguiendo la tradición de la Iglesia; lo cual no puede menos que contrastar con el desierto Seminario de Devoto, asentado en una de las ciudades más grandes del mundo y con la mayor matrícula católica del país, y testigo de la esterilidad modernista.
Llama la atención que la misma persona que habla de misericordia, incluso rozando la herejía, practica la máxima intolerancia. Que el mismo que declama por Justicia, practica la arbitrariedad. Que el reformador "democrático" de la curia romana ejerza el poder como un déspota consumado... contra los débiles; pues luego festeja a los poderosos sin importarle lo inmorales o enemigos que puedan ser.
Según el comunicado oficial de la diócesis de Ciudad del Este, su obispo fue destituido "por la falta de unidad en la comunión con los otros Obispos del Paraguay". ¡Enhorabuena Mons. Rogelio Livieres! No está Ud. en comunión con Lugo, el lujurioso desenfrenado que vendió su primogenitura por un plato de lentejas podridas, ni con el homosexual Cuquejo cabeza de la Iglesia en Paraguay, ni con los herejes que destruyen la doctrina y la liturgia en las tierras del Mariscal Francia. ¡Enhorabuena!
Y parafraseando al cardenal Ratzinger, cuando se dirigió al luego cardenal Domenico Bartolucci, director del Coro de la Capilla Sixtina, nombrado por Pío XII y despedido injustamente por JPII, le decimos: "Resista Mons., resista".
Según el comunicado oficial de la diócesis de Ciudad del Este, su obispo fue destituido "por la falta de unidad en la comunión con los otros Obispos del Paraguay". ¡Enhorabuena Mons. Rogelio Livieres! No está Ud. en comunión con Lugo, el lujurioso desenfrenado que vendió su primogenitura por un plato de lentejas podridas, ni con el homosexual Cuquejo cabeza de la Iglesia en Paraguay, ni con los herejes que destruyen la doctrina y la liturgia en las tierras del Mariscal Francia. ¡Enhorabuena!
Y parafraseando al cardenal Ratzinger, cuando se dirigió al luego cardenal Domenico Bartolucci, director del Coro de la Capilla Sixtina, nombrado por Pío XII y despedido injustamente por JPII, le decimos: "Resista Mons., resista".
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