El cura mujeriego del Área 4

“El que no conoce su historia está condenado a repetirla”, de la serie de Pablo Escobar. Aunque este hombre haya sido considerado “el Patrón del mal”, no deja de ser cierta la frase que recorre por su historia de vida. Nosotros simplemente agregaremos que un pueblo desmemoriado está condenado a creer una y otra vez en los mismos farsantes, porque estos aunque cambien de nombre y rostro seguirán siendo unos farsantes. 

Para refrescarle un poco la memoria al pueblo católico, un férreo defensor del ex obispo Fernando Lugo, que bien sabemos se aprovechó de nuestra Iglesia y de la inocencia de pobres campesinas para satisfacer sus bajos instintos. Y muchos sacerdotes siguieron el ejemplo de este ex obispo degenerado. 

Traemos a colación los actos sacrílegos cometidos por el ex sacerdote Gerardo Mereles, quien posteriormente se convertiría en nada más y nada menos que un alto funcionario de Itaipú; esto como premio por los servicios prestados a Fernando Lugo en la zona del Alto Paraná. Y no era el único, también estaba el ex sacerdote Walter Rojas, quien de secretario del Presidente de la República pasó a ser funcionario, primero de Itaipú y luego de Yacyretá. 

Nos centraremos principalmente ahora en los actos deshonestos de Mereles, quien abusó vilmente de su investidura sacerdotal para corromper a jóvenes mujeres, en su mayoría parroquianas suyas. 

Varios documentos y testigos confirmaron que Mereles, mientras realizaba sus trabajos pastorales por la alejada zona de Katueté tuvo serios problemas morales al tener una íntima relación con una mujer de ese lugar. Posteriormente fue trasladado al área 4, donde colmó su cupo. Ya trasladado empezaron a llover denuncias sobre sus andanzas por la zona, tales como por acoso sexual y relaciones amorosas con jovencitas. 

Este ex cura cometió algo mucho más grave todavía. Testigos afirman que en una tarde le sorprendieron a Mereles en pleno acto sexual en la SACRISTÍA con una mujer casada, quien justamente trabajaba como secretaria de la Parroquia del área 4. 

Si estamos diciendo estas cosas es porque tenemos el firme y decidido interés en que el pueblo recuerde estos casos tan sucios, y que se prevenga de otro caso semejante a éste que está siendo protagonizada por el otro cura de esta misma camada, el Rvdo. P. Fulgencio Ferreira.