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martes, 17 de febrero de 2015

Curas traidores siempre serán traidores

¿Con qué pretexto un beodo, un desleal, un pajero o un burro estarían rodeando al nuevo Obispo de Ciudad del Este?

Estos 4 nombrados, bajo seudónimos, han firmado una nota de rebeldía contra su anterior Obispo, ¿olvidaron acaso que deben obediencia a su Obispo? Y a pesar de que hayan tenido esta actitud, que se entiende en ámbito político donde las traiciones son una constante, pero de ninguna manera se puede aceptar en sacerdotes que juraron fidelidad a su superior inmediato.


Pero, antes de ir más en este asunto, veamos la actitud del Obispo traicionado hacia sus traidores. El “burro” fue nombrado Rector del Seminario, el “pajero” nombrado Vicario Episcopal para Canindejú, el “desleal” como profesor del Seminario y el “beodo” de párroco de Sagrada Familia pasó a ser párroco de la Iglesia Catedral, además de Director encargado del Dpto. de Prensa Diocesano. Entonces, ¿les premió con cargos?

Es interesante esta actitud del Obispo Livieres, porque cualquiera hubiera expulsado a estos 4 curas, sin embargo, les dio una segunda oportunidad y estos le devolvieron con nuevas traiciones.

Y conste que el burro hasta fue enviado posteriormente a Roma para que concluya una licenciatura y un doctorado, lastimosamente no pudo concluir ni uno ni otro porque fue expulsado por sus múltiples calificaciones insuficientes. Ah, bueno, el pajero no corrió la misma suerte pero le fue dada una nueva parroquia cerca de CdE. El tal desleal nunca se detuvo en sus maquinaciones y siempre en compañía de los rebeldes anduvo maquinando ciertas estrategias golpistas. ¿Y el beodo? Bueno, a pesar de sus serios problemas con el alcohol, se le confió mucho.

Resulta que ahora estos son los que están rodeando al nuevo Obispo, como los supuestos “mejores sacerdotes de la Diócesis”. Pero, ¿qué se puede hacer con estos impresentables? Nada.

Por eso seguramente les está dando cargos irrelevantes porque no sirven para estar lejos porque te arman una rebelión, ni tan cerca en cargos importantes porque carecen de capacidad. ¿Qué hacer con uno que fue expulsado de las Universidades Pontificias por quitar calificaciones por debajo del límite establecido? ¿O de uno que a las 3:00 Hs. ya se lo encuentra con los ojos colorados de tanto ingerir bebidas alcohólicas? ¿Se les puede dar mucho poder a unos que traicionaron a su propio Obispo? ¿No volverían a hacer en la primera oportunidad que se les presente?

El nuevo Obispo debe andar con mucho cuidado con estos curas, porque no son de fiar.




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